jueves, 2 de septiembre de 2010

Un fuerte para entender las murallas

Diario de Navarra

El Centro de Interpretación de las Murallas, situado en el fortín de San Bartolomé, ya casi totalmente rehabilitado, contará con 5 espacios expositivos diferentes que recuperarán la historia de las murallas de Pamplona mediante paneles y audiovisuales.





conocer Pamplona más a fondo y revivir parte de lo que fue la vida en nuestra ciudad en los siglos XVII y XVIII son dos de los motivos principales por los que se ha rehabilitado el fortín de San Bartolomé, situado al final del parque de la Media luna y frente al baluarte de Labrit. Dicho fortín, que se convertirá proximamente en el Centro de Interpretación de las Murallas, se encuentra ahora en pleno proceso de rehabilitación. "Aunque las obras de la parte exterior ya han concluido, aún continuan los trabajos de reconstrucción del interior y de las 20 cañoneras con que cuenta el recinto", señaló ayer José Vicente Valdenebro, director de Proyectos Estratégicos del Consistorio pamplonés, durante una visita a las obras.


REHABILITACIÓN

Los trabajos, que se espera terminen a finales de este año o principios del que viene, han estado centrados en la eliminación de vegetación, acciones de limpieza, rejuntado de piedra con mortero de cal y arena de río, y restitución de los sillares dañados. Además, se están reconstruyendo las cañoneras, reparando los pavimentos del fortín y de su exterior, colocando nuevos suelos de adoquín y losa de piedra; y una vez finalizada la rehabilitación se pretende colocar un sistema de riego de aspersores programables y se replantará la zona de pradera vegetal (en total 865 m2).

Todo ello viene dado por la intención de habilitar este espacio, hasta ahora bastante deteriorado, para acoger los conocimientos recabados acerca de la historia de las murallas de Pamplona. El fuerte cuenta con 5 casernas o salas abovedadas, que en su origen eran almacenes de productos como pólvora o víveres, y que además servían de espacio de estancia para los soldados de la guardia. "Cada estancia se está adecuando para que albergue distintos contenidos, estáticos y audiovisuales, que explicarán la historia de las murallas", recalcó Valdenebro señalando que de las 5 casernas, sólo 4 serán realmente para la exposición. "La última será para los servicios y el almacén del Centro", apuntó.

Así, en la primera sala, la que se sitúa justo frente a la entrada principal y que es la más grande de las cuatro, habrá material multivisión en la que se describirá, desde el punto de vista etnológico y etnográfico, la evolución de las murallas de Pamplona. La segunda estará enfocada al conocimiento de cómo era la vida de los pamploneses, por aquel entonces, en el interior de un recinto amurallado. En la tercera, el material se centrará en un recorrido por las ciencias de la fortificación y las técnicas constructivas, desde la muralla romana hasta el Renacimiento, y la vinculación de sus técnicas constructivas con el arte militar y las estrategias bélicas. Y por último, en la cuarta sala, situada también en el lado derecho del fortín, al igual que las otras dos anteriores, se pondrá en relación nuestras murallas con otras contemporáneas realizadas en otras partes del mundo como Italia, Francia o América.

RECORRIDO

El museo, que estará configurado como una muestra didáctica e interactiva con contenidos en castellano, euskera e inglés, incluirá además una quinta caserna dedicada para servicios y almacén, y, además, se instalarán en todas las salas detectores de presencia para favorecer el ahorro de energía cuando en la sala no haya público. Todo ello quedará completado con un cañón histórico que permitirá comprender mejor el funcionamiento de estas herramientas, y que servirá de punto de inicio al paseo por los espacios amurallados de la ciudad.



De hecho, por esta última razón, para que sea posible realizar un recorrido por la totalidad de las murallas pamplonesas, que tienen una longitud de 5 kilómetros, se construirá una pasarela peatonal que conectará el Segundo Ensanche y el Casco Antiguo. Esta construcción tendrá forma de "Y", una longitud de 73,5 metros, y unirá, así, el fortín con el acceso de la terraza construida en la última reforma del frontón Labrit.

El motivo de todo esto es la intención de dar acceso a la zona a las personas con discapacidades, y facilitar el recorrido por las murallas "Se podrán pasear por detrás de la Catedral, llegar hasta el archivo de Navarra y terminar en la Taconera. Será un gran recorrido", señaló la alcaldesaYolanda Barcina.



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